La educación publica, tan vapuleada, tantas veces mal considerada, es antes que nada, un derecho innegable del ser humano. Y como derecho conlleva también una obligación: por parte del Estado, de garantizar las condiciones materiales y edilicias necesarias para el funcionamiento de las escuelas y salarios justos para el personal; por parte de los docentes a enseñar dando lo mejor con compromiso y pasión; por parte de los estudiantes y familias a ejercer ese derecho, asistiendo a clases, cumpliendo con las tareas, aprendiendo, participando.
Porque la educación es una construcción conjunta, los invitamos a transitar este nuevo año, con actitud positiva, disfrutando del conocimiento, base para la vida y los sueños.
Nuevamente, BIENVENIDOS.
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